Los dos místicos y el apego


Había una vez dos amigos con una gran tendencia hacia la mística. Cada uno de ellos consiguió una parcela de terreno donde poder retirarse a meditar tranquilamente. Uno de ellos tuvo la idea de plantar un rosal y tener rosas, pero enseguida rechazó el propósito, pensando que las rosas le originarían apego y terminarían por encadenarlo. El otro tuvo la misma idea y plantó el rosal.

Transcurrió el tiempo. El rosal floreció, y el hombre que lo poseía disfrutó de las rosas, meditó a través de ellas y así elevó su espíritu y se sintió unificado con la madre naturaleza. Las rosas le ayudaron a crecer interiormente, a despertar su sensibilidad y, sin embargo, nunca se apegó a ellas. El amigo empezó a echar de menos el rosal y las hermosas rosas que ya podría tener para deleitar su vista y su olfato. Y así se apegó a las rosas de su mente y, a diferencia de su amigo, creó ataduras.

No importa si tienes o no tienes algo, mientras no dependas de ello para tu vida. Si deseas algo, hazlo, pero que su posesión o carencia no te ate.
(Autor desconocido)
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Esta historia nos muestra como a veces una enseñanza la podemos mal interpretar y llevar a un extremo. Si bien es necesario el desapego para el crecimiento espiritual no nos hace libres de ellos el evitar tener cosas, afectos, vínculos, etc. Lo que realmente libera es la consciencia de que nada me pertenece, ni quedará estático en mi vida. Pero cuando forma parte de mi vida debo vivirlo plenamente, como si fuera un majar de los dioses y aprender de la experiencia.
Puedes ver que las rosas tienen un solo esplendor y en su momento disfrutarlas y admirarlas, pero no pretender que no se marchiten.

Es bueno preguntarnos ¿Hay algo que no queremos que cambie, que solo pensarnos nos da temor? ¿Evitamos algunas experiencias para no apegarnos y sufrir con ellas, pero en el fondo las extrañamos?

Espero que este mensaje haya llegado a tu corazón, fortalezca tu espíritu y lo puedas compartir con tus seres queridos.

Te mando un abrazo fraterno y mis mejores deseos.
Jenny Bravo C.

2 comentarios:

Luzsol dijo...

Gracias
por este mensaje sobre el apego, que es algo que hemos de ir reconociendo en nuestra vida.
Esta historia me hace pensar en los deseos. El desear cosas y no concretarlas genera mas ansiedad, frustracion, infelicidad que hacer las cosas y apegarse a ellas. El otro paso es hacer la obra y luego desapegarse de ella. Uff dificil
Dificil es el desapego con las personas y las cosas.

Unknown dijo...

Gracias hermana Atenea por esta linda enseñanza. El tema del desapego ha sido para mi dificil en estos últimos meses, por la separación matrimonial. Pero he estado trabajando con mi y mi corazón para que tenga más paz interior y lo he logrado. Eso si he tenido apoyo de mi madre y de mis hermanos. He estado trabajando para concretar metas y tareas que he postergado por años. Por ello concuerdo contigo que la actitud interna es la clave de todos y hacer cuanto antes los cambios de paradigmas personales